La puta de mi hermanastra se traga mi leche caliente

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Un día, mi esposa me dejó con su hija en casa. Ella y yo nos llevábamos muy mal porque la muy puta guarra estaba enamorada de mí y yo solo quise a su madre. Ese día, ella llega asustada a mi cuarto y me pregunta que si puede acostarse conmigo. Yo, por ser buena gente, acepto. Pero al rato, la encuentro mamándome la polla y pidiéndome que la folle a gritos. La muy perra quería que le rompiera su virginidad pero yo no podía hacerlo y por eso la pongo a chuparme la polla hasta hacerme acabar y me corro en su boca. ¿Crees que debí haberla follado?