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Un jueves por la tarde, decidí con mi pareja que íbamos a ir a los casting porno más reconocidos que había en nuestra ciudad, para ver si con ello, podíamos cumplir la fantasía sexual que siempre habíamos querido. Al llegar a uno de ellos, el hombre nos presenta a las cámaras como sus nuevos invitados y nos entrega un sofá para follar. Luego, nos deja el escenario libre y comenzamos a hacer nuestras cosas deliciosas. Le penetre el chocho peludo a mi novia como si no hubiese un mañana. Por lo tanto, deléitate al máximo.
