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Mi mejor amigo me pidió el favor de que le llevara a su esposa al altar. Yo, como buen amigo, le hice el favor. Pero, mientras íbamos en el camino, ella me pidió que me parara un momento. Cuando me bajo a ver qué sucede, se me lanza encima y me comienza a besar. Intento quitarla pero al hacerlo, me lanza encima y me pone su coño en la cara. Ahí es donde me excito y la comienzo a follar. Luego, le reviento su ano peludo y la sacio de placer para que llegue totalmente feliz a la boda.
