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Mi madre siempre ha sido muy codiciada por los hombres de la universidad. Cuando ella me va a recoger, todos quedan completamente enamorados. Por ello, un día decido mirarla con otros ojos y me dieron muchas ganas de penetrarla, pero como no sabía cómo hacerlo, la empecé a espiar. Un día, la encontré en el baño y al verla desnuda, mis hormonas se activaron y la polla se me paró. Posteriormente, decidí crear un plan para entrar y cuando lo conseguí, me lancé sobre su coño y empecé a chupárselo. Ella no quería, pero acabamos teniendo sexo hardcore en diferentes posiciones y llegamos a tener muchos orgasmos juntos. ¡Gracias por abrirme los ojos compañeros! ¡Me estaba perdiendo un coño muy delicioso!
