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Un día, mi esposo decide invitar a sus amigos a ver un partido de futbol en la casa. Yo quería verlo con ellos, pero no había donde sentarme. Por ello, me tocó sentarme en las piernas de uno de ellos. Al hacerlo me pongo muy caliente y comienzo a moverme para que él se caliente.Al rato, lo llevo a la cocina y me lo follo en diferentes posiciones. Posteriormente, volvemos a la sala como si nada hubiese pasado y nunca mi esposo se enteró. ¡Una follada que nunca se podrá olvidar!
