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Mi esposo siempre acostumbra a invitar a su mejor amigo los jueves por la noche para jugar videojuegos en la PlayStation. Pero, él siempre se me quedaba mirando sexualmente y un día, yo decidí comprar un videojuego muy largo para que tuviera tiempo de pasarlo todo mientras yo me follaba a su compañero de juego. Me le comí la polla en la sala y luego lo llevé a nuestro cuarto para follarlo. ¡Qué delicioso la pase jugando con mi nueva polla!