Le doy mi coño sabroso para pagarle el favor

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Un día, decidí viajar a España a buscar un poco de trabajo. Pero, al final del día, no he encontrado nada y me he quedado sin dinero. Cuando esto me ocurrió, decidí pedir ayuda y me encontré con un hombre musculoso muy amable. Él me llevó a su apartamento y me dejo dormir en el sofá para irme al día siguiente a buscar un trabajo. Pero, mientras que estaba durmiendo, me colocó su polla en la boca y me la he comido entera. Luego, decido follármelo para pagarle el favor que hizo por mí y se termina corriendo en mi coño. ¡Que delicioso está este hombre!