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Mi secretaria no me creía que mi polla medía 3 pies de largo. Por ello, un día hicimos una apuesta y era que si mi polla me llegaba a medir lo que yo decía, la muy puta guarra me la chuparía y luego haríamos una escena porno. Si yo estaba diciendo mentiras, tendría que pagarle 5000 euros por 5 meses seguidos. Yo, como estaba seguro de lo que tenía, contrate una productora pornográfica y nos dirigimos a mi casa. Al llegar, comienzan a grabar, yo me quito el pantalón y ella se sorprende de solo verla. En ese momento, se da cuenta que tiene que cumplir. Me la chupo y acabamos follando, pero mi pija es tan grande que no logré metérsela toda. ¡Date cuenta tú mismo!
