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Todos los sábados nos reunimos los hombres de siempre. Nosotros dejamos a nuestras mujeres en casa y como ellas saben que estamos puros hombres, no molestan para nada. Lo que ellas no tienen en cuenta, es que a nosotros nos gusta más una polla que un coño. Un día, decidimos grabar lo que hacíamos para tenerlo de recuerdo para siempre. Por ello, después de jugar al billar, empezamos a desnudarnos hasta tener sexo oral y luego follar intensamente. ¡Que delicioso se siente pasarla con tus amigos que te entienden a la hora de hablar de sexualidad!
