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Una joven estudiante de 18 años estaba cansada de solo estudiar y de no tener placer. Para ello, coloca una cámara y decide inventarse una historia sobre su ducha para llamar a un albañil para que la reparara y follárselo. Desde los 11 años llevaba viendo porno y esta vez, ha decidido implementar una buena técnica. El hombre llega para arreglar el baño y ella le dice que se meterá a la ducha para que se dé cuenta de lo que tiene. Mientras él la esperaba afuera masturbándose, ella está ansiosa de que la penetren. Al rato, ella le abre y él entra a la ducha. Ella lo comienza a besar y luego le chupa la polla. Al final, terminan follando en el baño y cuando llegan al orgasmo, ella le quita el condón y se echa la leche en la cara.
