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Había una vez, una joven flaca que le gustaba follar con muchos hombres. Ella era una puta ninfómana adicta al pene que solo sabía fornicar. Esta perrita deliciosa siempre complacía a los hombres en todo lo que querían a la hora del sexo, pero ella nunca quedaba satisfecha. Un día, decide romper sus límites y queda para verse en un hotel con un hombre maduro muy apuesto. Al llegar, comienzan a presentarse. Luego se desnudan y él le manosea los pechos para calentarla hasta que se la folla y le da el mejor sexo de su vida. ¿Crees que esta puta dejará de follarse a jóvenes para empezar a fornicar con hombres maduros?